lunes, 25 de enero de 2016

"NO HAGAS RUIDO" (CAPÍTULO 6)

Es por la mañana, apenas se escucha ruido en casa, por un instante estoy tranquila....

De repente escucho pasos, cada vez más cerca de la habitación, esos no son los pasos de mami.....

El pomo de la puerta gira, y la puerta se abre lentamente, y ahí está ella,mi tía....mi corazón da un vuelco, siento presión en el pecho....siento miedo....creo que ahora lo llaman "ansiedad", me hago la dormida con la esperanza de que se vaya, solo quiero quedarme ahí.....solo quiero cerrar los ojos, solo quiero dormir, cuando duermo...no hay dolor, no hay miedo, solo ...paz.

Ella me zarandea riéndose, creo que le divierte sembrar el miedo en mi, y con esas palabras "tan cariñosas" que siempre me dedica me dice:¡¡¡ "Oyeeee mañaca de mierda levanta te ya"!!!

Cuando me insulta me da igual, estoy acostumbrada, pero a ella, lo que más le gusta es asustarme, maltratarme, le encanta ver el miedo en mis ojos, le produce incesantes carcajadas, creo que le hace sentir poderosa, o quizá le excita sembrar el miedo, no lo se....

Estoy sentada en la cocina, con el vaso de leche de todas las mañanas, y esas galletas que tanto odio, ella coge una de las galletas, se la mete en la boca y después la saca para decirme de malas formas:

- "Comete la" (y vuelve a reír a carcajadas...como siempre)

Yo me niego, le digo que no tengo hambre (en verdad así era), recuerdo que desde muy pequeña "la pena" era algo que anidaba en mi, y cuando esta crecía...todo lo demás, hasta las ganas de comer, desaparecían, solo había pena en mi...mucha pena.

Y siento "esa sensación" de nuevo, algo que me dice "Mimí corre" ahora lo llaman instinto de supervivencia creo, con el vaso aún de leche en la mesa (que está frío en pleno invierno) levanto mi pequeña cabeza para mirarla, ella tiene esa sonrisa puesta, esa sonrisa que tanto miedo me da...

Como si supiera lo que me iba a hacer, la miro con mucha pena, con la esperanza de que hoy no me pegue, apenas puedo respirar, levanto mi pequeña cabeza y deseo con todas mis fuerzas que la puerta se abra y entre mama, o tío Bruce...no se... de repente siento un tirón en mi pelo muy fuerte, y escucho su risa, bueno....su carcajada más bien, soy consciente de que mama o la abuela no aparecerán hasta la hora de comer así que doy un salto y corro escaleras arriba hacia el desván.

Recuerdo aquellas escaleras, estaban muy muy viejas, algunos peldaños estaban rotos, mama decía que era peligroso y por ello me prohibía subir ahí.

Escucho la silla caer al suelo, ella viene detrás de mi, sigo subiendo las escaleras lo más rápido que puedo, porque se que ella....viene por detrás...pero yo soy mas rápida, durante años aprendí a estar "a la defensiva" siempre alerta, y el desván se convirtió en mi única salvación, entre trastos, muebles viejos, cajas gigantescas y mucho polvo...creé mi refugio.

Cuando llego arriba me pierdo entre las cajas y trastos, que la abuela amontona sin cesar, por esos espacios mi tía no cabe, y yo silenciosamente me cuelo entre todo aquello, reptando por el suelo,trepando entre muebles apilados, hasta llegar a la pared del fondo, donde ella no llega, donde ella no me ve, pero yo a ella si, entre telarañas, entre cajas y alguna vez que otra, entre alguna rata, esa casa era muy vieja....

Escucho acercarse los pasos, cada vez....más y más cerca.....de repente se detienen, y se vuelven más sigilosos, ella está buscándome, empieza a gritar:

-Mimiiiiiiiii jajajaja si no sales ahora será peor después......jajajjajaja ¿donde estás mañaca? .....
¡¡Mimiiiiiii, te voy a dar una hostia que te vas a enterar, esconde te!!! cobarde!!! Eres igual que el !!!

Me tapo la boca con mis pequeñas manos para que ni siquiera escuche que respiro, cierro los ojos mientras escucho sus gritos, cada vez más fuertes....está muy enfadada...mis lágrimas se derraman, pero no emito ni un sonido, ni un gemido, solo cierro los ojos muy fuerte, tapo mis orejas con mis manos y me quedo acurrucada deseando que todo acabe, o deseando dormir siempre, ella al final se cansa y se baja, mientras dice:

- ¡¡En algún momento tendrás que bajar mañaca de mierda!!

Yo me quedo ahí, sintiendo como si una soga estuviera asfixiando mi pequeña garganta, pensando en aquellos niños que veo a través de la ventana de la habitación pasear con sus papás, riendo, jugando, siendo felices, yo no se si tengo papá, yo no se nada, mamá no está, estoy sola con ella, jugando al gato y al ratón, para ella es un juego, para mi, cada día es .....un infierno








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